viernes, 25 de junio de 2010

Mami dice: Grandes verdades (por Elvis Canino)

No puedo mentirles, criar con respeto no es fácil. Sobre todo si tienes que nadar contra la corriente de vez en cuando y pasar por encima de tradiciones y jerarquías familiares, cosa que para algunos se asemeja a un pecado mortal. A veces hay que convertirse en una especie de hereje o de expatriado. Y les escribo esto desde el corazón porque lo he vivido en carne propia.


La mayoría de las familias quieren entrometerse (aunque todos sabemos que no tienen malas intenciones, eso espero) en como una pareja joven va a abordar la paternidad, quieren darte los tips, secretos de padres, recomendaciones y si es posible un manual escrito por ellos, quien mejor que ellos si te dieron el tamaño que tienes. Y es allí cuando debes tomar la difícil decisión de seguirles la corriente y hacerlo de la manera correcta y tradicional con que fueron criados tú, tus hermanos, primos, etc o convertirte en un renegado exiliado y en algunos casos extremos (como mi caso) excomulgado por la familia en pleno y etiquetado como malagradecido, mal hijo, mal hombre, mala mujer, y demás calificativos a los que no deberías prestar atención a menos que quieras deprimirte y creer que es cierto, lo que repercutirá en tu autoestima como una explosión nuclear en el centro de una ciudad poblada.

Existen familiares que se oponen o les parece una aberración, por ejemplo, que des frutas y alimentación sana en vez de golosinas a tus hijos, y tratan de sabotearte en secreto. ¿Cómo? Dándole estas golosinas cuando te descuidas, y a veces hasta frente a ti. Entonces reclamas y Zas…….. CRUCIFIQUENLO!!!!!!!

En otros casos, si no destetas antes del período en que la Sociedad empieza a ver la lactancia como una aberración……Zas……..CRUCUFIQUENLA!!!!!!!!!

Si tu bebé tiene más de dos años y usa pañales……..Zas………CRUCIFIQUEN AL PADRE, LA MADRE Y AL NIÑO!!!!!!!!!!!!

Si les prohíbes que remeden o se rían en tono de burla de las cosas que hace o dice el niño………Zas……..CRUCIFIQUENLO!!!!!!!!!!!

Si decides practicar el colecho………..Zas……….CRUCUFIQUENLOS, PERO ANTES LES DAN UNOS AZOTES POR BLASFEMOS!!!!!!!!!!

En fin……la mayoría de las cosas que considero importantes a la hora de criar hijos seguros de sí mismos, sanos y felices son motivos de crucifixión en la mayoría de nuestras familias y en la sociedad rápida, práctica y corporativa en que vivimos.

Estoy seguro de que ninguna familia hace esto por mal, pero si el precio que debemos pagar por criar a nuestros hijos como creemos que es mejor, es ser juzgados, condenados y crucificados pues en mi caso, repito la proeza de Jesucristo y muero por mi verdad!!!!!!!!!!!!

(Por Elvis canino)


martes, 22 de junio de 2010

Mami dice: fuera pañal!! (versión PJ)

Ayer cumplió 4 semanas mi PJ que dejó de usar pañal!!

Hoy cumple 12 días libres de accidentes!!!

No había escrito al respecto porque temí algún retroceso, pero creo que ya tenemos superada esa etapa.


Aqui más o menos detallaré la historia por si a alguna mami le llega a servir de referencia ;)


24 Mayo 2010

***Tenia aproximadamente 2 semanas que la hora del cambio de pañal se había convertido en una pelea, porque chillaba y chillaba y se retorcía...en esos momentos recordé un post de Any en el que mencionaba que a esta edad (2-3 años) los niños comienzan a sentir pudor por sus genitales y que hay que tener mucho cuidado con ese tema para que no se sientan invadidos o agredidos. En fin, que era tanta la molestia que mi nene mostraba que comencé a decirle, si no quieres usar pañal me tienes que empezar a avisar; no se lo decía diario ni a cada momento, pero comencé a mandarle el mensaje.***

Le puse por primera vez calzón,despues de una escena parecida a la antes descrita;  aunque solo se lo dejé unas horas porque no me atrevía dejarlo dormir sin pañal (se enojó mucho porque le pusiera de nuevo pañal).

25 Mayo 2010

Desde que despertó  le quité el pañal y le puse su calzón (cabe mencionar que como no tenia previsto este nuevo reto solo contaba con 2 calzones que me habían regalado)

Hizo pipi en mi cama, me avisó ya que estaba haciendo....

Pregunté si quería usar pañal: respuesta negativa

En la tarde se hizo pipi encima, de nuevo avisó ya que se habia mojado.

Por la noche me dijiste "pipi mamá", te llevé a tu nica y ¡oh sopresa! no era pipì, era lo otro!!jeje

A la hora de dormir pregunté si le ponía pañal--de nuevo no quiso.


26 Mayo 2010

Toda la noche no mojaste la cama; al despertarte te pregunté mil veces si querias hacer pipi y me dijiste que no, hasta que finalmente te ganó en la cama.

Durante el transcurso del día avisó muy bien todas las veces, ni un solo accidente!

Por la noche de nuevo a dormir sin pañal.


27 Mayo 2010

Todo el día y la noche sin accidentes.


28 Mayo 2010

Me despertaste para que te pusiera tu nica y poder hacer pipi.

Aqui fue mi error: me puse nerviosa y comencé a preguntarle a cada rato si queria hacer pipi y decirle que me avisara; el resultado fue que no me avisó en todo el dia, se mojó 3 veces y le puse de nuevo el pañal en la noche.


29 Mayo 2010

Al despertar lo puse en su nica e hizo pipi y cuando le quité el pañal estaba completamente seco.

Le pregunto cada hora si quiere hacer pipi, siempre dice que no

Los accidentes siguen.

Sin pañal por la noche


30 y 31 de Mayo y 1ero. de Junio 2010

He decidido no molestralo, dejarlo a su tiempo, aunque me cuesta.

Hay accidentes, pero no lo regaño ni lo molesto preguntándole, lo dejo a su tiempo.

NO hay pañal nocturno


2 Junio 2010

Hoy fue el primer dia que pasó totalmente seco, por fin!! el no molestarlo y dejarlo a su tiempo funcionó!!


5 Junio 2010

Fuimos a casa de mis papás y no avisó por estar jugando con sus primos; mojó la cama de su abu :S


10 Junio 2010

Fuimos a casa de mi ahijado a dejarle su ropa que le compramos para su cumpleaños y no avisó (supongo que fue un ambiente extraño y se sintió inseguro) hizo popo en la ropa :S por fortuna llevaba cambio de ropa.


12 Junio 2010

Hoy fue la fiesta de mi ahijado y yo le estuve diciendo el dia anterior a mi bb que ibamos a ir a una fiesta, que me tenia que avisar porque si se mojaba nos ibamos a tener que regresar a la casa. Tambien le dije que iba a haber una piñata y le tenia que pegar para que salieran los dulces (nunca le habia querido pegar a las piñatas en las fiestas)

Se le quedó grabado el mensaje, no se mojó, siempre avisó y si le pegó a la piñata ;)



22 Junio 2010

Desde la fiesta no ha tenido ningún accidente, ni siquiera en la noche!!

Estoy muy orgullosa de mi nene!!







viernes, 4 de junio de 2010

Mami dice: Regalos de Baby shower

Se me ocurrió hacer un post sobre los regalos de Baby shower que resultan útiles y los que resultan inútiles; esto no es la verdad absoluta, es todo desde mi punto de vista, ok?




Útiles


Cobijas: creo que nunca se tienen demasiadas cobijas para bebés, siempre se necesitan, incluso se pueden seguir usando cuando el bebé ya no es tan bebé; en mi caso no ocmpré ni una sola, todas me lsa regalaron y muchas aún las uso en la cama de mi hijo.


Cepillo Lava Mamilas: resulta muy útil,aunque no se utilicen mamilas,  sirve para lavar vasos entrenadores y cantimploras.


Tina para baño de bebé: super necesaria para bañar al bebé


Esponja para base de tina y/o asiento de plástico: cuando mi bebé estaba recién nacido compré un asiento de plástico para colocarlo en la tina sin el riesgo de que se me resbalara de las manos y poder bañarlo mejor, he visto en internet que hay sillitas para baño para niños mayorcitos, pero la que yo usaba está mas bien inclinada para los bebés que aún no se sientan. La esponja la usé a partir de que mi hijo ya pudo sentarse solo y dejó de caber en el asiento.


Cubiertos y platos para bebé: los cubiertos pierden utilidad por ahi de los 3-4 años que comienzan a devorar comida como grandes, pero los platos tienen un período de vida más largo.

Dinero: hay personas que lo ven como un gesto rudo el dar dinero, pero siendo prácticos, la mamá sabrá mejor que es lo que hará falta.

Rebozo/canguro/sling/portabebé/fular: todos son super útiles durante el primer año de vida del bebé e incluso durante el segundo, ya que el bebé necesita la presencia de mamá y mamá necesita libertad de manos para realizar sus labores.


Inútiles


Mamilas: es un "albur" (digamos que el resultado es impredecible) regalar mamilas, ya que o la mamá da el pecho y nunca las usa o las que le das estan pequeñas, o estan grandes, o el chupón le da cólicos al bebé, o un largo etc...

Escurridor de mamilas: igualmente, si la mamá no usa mamilas, no se usa, si no se cuenta con el espacio para instalarlo tampoco se usa; además que no le veo el chiste.

Chupones: tampoco se sabe si la mamá se lo vaya a dar al bebé (yo nunca se los di) o si al bebé le lastimen o le causen cólicos.

Zapatos para bebés (que aún no caminan): es decir, si regalas zapatos miniatura que le quedarán durante un mes o que son para niños menores de un año; la verdad a mi se me hace un gasto inútil, mi hijo usó zapatos hasta que comenzó a querer ponerse de pie, antes de eso, es pura estética.

Fajeros: super antiguos y contraindicados actualmente, los doctores recomiendan que el ombligo del bebé esté siempre seco y bien ventilado.

Bufandas y guantes: los bebés pequeños casi no tienen cuellito, por lo cual ponerles una bufanda es casi imposible y los guantes solo sirven para que se los coman, la solución a que no se arañen la cara los bebés es cortarles las uñas simplemente.

Muñecos de peluche: es poco recomendable que los bebés duerman con muñecos de peluche porque además de poder causar asfixia, pueden causar alergias.



 .

miércoles, 2 de junio de 2010

Mami dice: Fuera pañal!! (Carlos Gonzalez)

Muchas veces se habla de «aprendizaje del control de esfínteres » y eso deja a los padres vagamente intranquilos.


Porqué, aparentemente, un aprendizaje requiere una enseñanza. ¿Quién y cómo ha de enseñar al niño a controlar sus esfínteres, sea eso lo que sea? Pues no, aprender a no hacerse pipí encima, lo mismo que aprender a caminar, a sentarse o a hablar, son cosas que no requieren estudio ni enseñanza.

Existen niños de diez años y también adultos que no saben leer o que no tocan el piano porque nadie les enseñó. Los padres tienen que hacer algo (enseñar a su hijo o buscarle un profesor o una escuela) si quieren que aprenda esa y muchas otras cosas. Pero no hay niños de diez años que no sepan caminar, sentarse o hablar, o que se hagan pipí encima (despiertos).

Todos los niños sanos (y buena parte de los enfermos) controlan perfectamente el pipí (de día) y la caca a los cuatro años o bastante antes. Por lo tanto, la pregunta no es «¿qué tengo que hacer para que mi hijo aprenda a usar el retrete?», pues haga usted lo que haga, tanto si lo hace todo «bien» como si lo hace todo «mal», o incluso aunque no haga nada de nada, su hijo aprenderá. La pregunta es «¿qué puedo hacer para que mi hijo no sufra mientras aprende a usar el retrete?» Y la respuesta es «más vale que no haga nada». O que haga lo menos posible.

Cuando los padres hacen algo, cuando sientan al niño a ciertas horas en el orinal, cuando le obligan a estar sentado hasta que hace algo, cuando le riñen si se lo hace encima, a la larga el niño aprenderá también a ir al retrete, pero será desgraciado en el proceso (y sus padres también). En casos extremos, es probable que ciertas «enseñanzas» desafortunadas pue-dan retrasar el aprendizaje o producir en el niño un rechazo a defecar que se convertirá en estreñimiento.

Pero si no le quitamos nunca el pañal, ¿cómo aprenderá? ¿No seguirá llevando pañal toda la vida? Lo dudo. No conozco a nadie que haya hecho la prueba; pero sospecho que, incluso si los padres no tomasen nunca la iniciativa, todos los niños acabarían por arrancarse el pañal ellos mismos.

Nadie va con pañal por la calle a los quince años. Pero el caso es que los pañales cuestan dinero y cambiarlos cuesta un esfuerzo, y casi todos los padres hacen, antes o después, un esfuerzo para quitar el pañal a sus hijos. En principio, eso no debería traer ningún problema.

El pañal es algo totalmente artificial, un invento relativamente reciente que no busca la comodidad del niño, sino la de sus padres. Los niños no necesitan pañal. Muchos padres le quitan a su hijo el pañal en verano y que sea lo que Dios quiera. Incluso antes del año, cuando saben que es imposible que el bebé controle el pipí y la caca de forma voluntaria. Para hacerlo, por supuesto, es conveniente no tener alfombras ni moquetas en casa, y es necesario estar dispuesto a fregar cualquier rincón en cualquier momento, sin el menor reproche.

Así se ahorra el niño algunas escoceduras por el calor y los padres mucho dinero en pañales. Al final del verano, si (como era de esperar) el niño se lo sigue haciendo todo encima, se le vuelve a poner el pañal y tan contentos. En el primer verano después de los dos años, cuando de verdad hay alguna esperanza de cambio, los padres pueden explicarle al niño lo que se espera de él: «Cuando tengas ganas de hacer pipí o caca, avisa. » Pero, por supuesto, no se harán pesados preguntando cada media hora (basta con que lo expliquen una vez en junio o, como mucho, cada quince días), ni lo sentarán en el orinal cuando no lo ha pedido, ni le reñirán o criticarán ni se burlarán de él por los escapes o por las falsas alarmas, ni mostrarán impaciencia.

Puede ser útil preguntarle si prefiere usar el retrete, como papá y mamá, o un orinal (y que elija el que más le gusta) o un adaptador para el retrete.

Mientras no haya un mínimo control, es prudente ponerle el pañal para salir a la calle. Algunos niños logran el control en este verano, otros en el siguiente. Algunos, por supuesto, alcanzan la madurez entre medias y piden que se les quite el pañal en invierno («¿Estás seguro?» «Sí. » «Bueno, vamos a hacer la prueba. ») Quitar el pañal, decíamos, no habría de traer ningún problema, pero a veces lo trae. Incluso sin obligarles, sin reñirles, sin ponerse pesado y sin hacer comentarios ofensivos, algunos niños se niegan a que les quiten el pañal.

Están tan acostumbrados a llevarlo, que no se imaginan la vida sin él. Explíquele a su hijo que no importa que se haga pipí o caca en cualquier sitio, que no se va a enfadar. Pero si a pesar de todo le pide un pañal, póngaselo sin rechistar. Al fin y al cabo, la idea no fue suya; fueron sus padres los que decidieron ponerle pañal cuando nació y no es culpa del pobre chico si se ha acostumbrado.

Es posible que un niño que al año y medio se dejó quitar el pañal, se niegue a los dos años y medio. No insista, no atosigue, simplemente dígale: «Bueno, cuando quieras que te lo quite, avisa», y ya está. Algunos niños están contentos de ir sin pañal, pero se sienten incapaces de usar el orinal. Notan que van a hacer algo, avisan, pero no quieren sentarse en ningún sitio. Quieren el pañal. A veces, durante una temporada, hay que ponerles un pañal cada vez que han de hacer pipí o caca. A algunos, que juegan desnudos en la playa, hay que ponerles un pañal para que hagan pipí. No se asombre, no se queje, no se ría. Póngale el pañal sin discutir, que ya falta bien poco.

Algunos niños, más tímidos, no se atreven a pedir el pañal, pero tampoco a usar el orinal, e intentan retenerse lo más posible. Algunos llegan a sufrir estreñimiento. Si observa que su hijo deja de hacer caca cuando le quitan el pañal, pruebe a ponérselo otra vez (incluso si no lo ha pedido). No es malo volver a usar el pañal después de unos días o meses sin él. No es un paso atrás ni un retroceso, ni le hace ningún daño al niño. A no ser, claro, que él se niegue. Nos vamos ahora al otro extremo, al del niño que no es capaz de controlarse, pero insiste en que le quiten el pañal o en que no se lo vuelvan a poner si se lo habían quitado en verano.

Como siempre, es importante hablar con el niño y ser respetuoso. Si sólo hay fallos ocasionales, es mejor hacerle caso. Si el control es nulo, tal vez pueda convencerle de que se lo deje poner. Pero si se niega en redondo, si llora para que no le pongan el pañal, si lo vive como un fracaso o una humillación, es mejor también hacerle caso, tal vez intentar llegar a una solución de compromiso («puedes ir sin pañal por casa, pero si salimos a pasear te lo has de poner»).

A veces hay que renunciar a salir de casa durante unas semanas para no tener un drama, lo que no deja de ser una lata. Por eso es importante no ponerse pesados con el asunto, no lanzar indirectas y puyas, que nadie le vaya diciendo al pobre niño «qué vergüenza, tan mayor y con pañales», «a ver si aprendes a ir al retrete de una vez», «si te lo vuelves a hacer encima, te tendré que poner pañales como a una niña pequeña» y otras lindezas. Nunca hay que hablar así a un niño, ni en este tema ni en otros. Todos los niños normales saben controlarse de día, sin necesidad de enseñarles nada.

Si su hijo se sigue haciendo caca o pipí encima después de los cuatro años (salvo algún accidente muy de tarde en tarde con el pipí), consulte al pediatra. Cuando hay problemas, con frecuencia son de origen psicológico (a veces debido precisamente a intentos de «enseñarles» a usar el orinal por las malas y otras veces, manifestación de otros conflictos o de celos). En algunos casos, la defecación involuntaria (encopresis) es consecuencia del estreñimiento: se forma una bola que irrita la mucosa rectal y produce una falsa diarrea. El niño no lo hace a propósito, y las burlas y castigos no harán más que empeorar el problema. Pero las noches son muy distintas.

Aunque muchos niños pueden dormir secos a los tres años, otros muchos se hacen pipí en la cama (enuresis nocturna) hasta la adolescencia o incluso toda la vida. Durante la Primera Guerra Mundial, el 1 por ciento de los reclutas norteamericanos fue declarado no apto para el servicio por enuresis. La enuresis nocturna casi nunca tiene causa orgánica o psicológica, sino que depende de la maduración neurológica y de las características genéticas (va por familias). Algunos niños consiguen no hacerse pipí en un día especial (por ejemplo, en casa de un amigo), a costa de pasar la noche prácticamente en vela. Por supuesto, no pueden hacerlo muchos días seguidos.

Por desgracia, algunos padres no comprenden el enorme esfuerzo que han hecho y se lo echan en cara («en casa de Pablo bien que espabilaste, pero aquí no te preocupas, claro, como estoy yo para lavar sábanas»). Este tipo de comentarios, además de cruel, es falso.

Hace poco, una madre comentaba en un foro de Internet que su hija de siete años se hacía pis en la cama. Otra madre le contestaba así:

Yo estuve haciéndome pis hasta los dieciséis años, y peor que me sentía y más acomplejada que nadie… Me tiraba las noches en vela para no mojar la cama, y en cinco minutos que el sueño me rendía, me hacía pis; estaba desde el medio día sin beber nada, era horrible, y seguía haciéndome pis; me levantaba por la noche a lavar mis sábanas para que no se enteraran… No la regañes, no la responsabilices, es una enfermedad, de pronto un día dejé de hacérmelo. Mi hijo mayor se hizo pis hasta los trece años…



Quisiera explicar aquí una anécdota, en homenaje a un gran pediatra japonés, el Dr. Itsuro Yamanouchi, de Okayama. Visité su hospital en 1988, y me fascinó aquel sabio humilde que seguía atendiendo consultas externas de pediatría a pesar de ser director de un gran hospital. Le acompañé una tarde en su consulta, y él me explicaba en inglés lo que ocurría. —Este niño tiene seis años, y se hace pipí en la cama. Le he explicado a la madre que eso es normal, que no hay que hacer nada, y que yo me hice pipí hasta los siete años. —¡Qué casualidad! —respondí en mi inglés vacilante—. Yo también me hice pipí hasta los siete años. El Dr. Yamanouchi se apresuró (para mi sorpresa) a traducir mis palabras, y la madre me miró con más sorpresa aún y se deshizo en reverencias y agradecimientos. Un rato después, otra madre, mientras escuchaba las palabras del médico, me miró también con asombro y me hizo otra reverencia. —Este niño de diez años también se hace pipí en la cama. Le he explicado a la madre que yo me hice pipí hasta los once años, y tú hasta los siete. —Pero… ¿no me dijo usted que también se había hecho hasta los siete? —Bueno —sonrió el Dr. Yamanouchi—, yo siempre les digo un año más.